¿Adónde van nuestros impuestos?


Los emprendedores de Malabo se sienten molestos ante la falta de oportunidades, pese a los altos impuestos que pagan al Estado.

Es obvio que cualquier país que quiera progresar necesita potenciar su sistema económico. Los gobiernos y demás poderes públicos, para ello, deben establecer un clima de negocios que favorezca la creación y sostenibilidad de las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, ya que ésas crean empleo y reducen la lista de desempleados en la Administración Pública.

Guinea Ecuatorial, en tanto que miembro de varios organismos internacionales y, además, un país en vía de desarrollo, tiene firmados varios pactos de Comercio, que persiguen el fin de garantizar la creación de un clima de negocios en el país.

Sin embargo… ¿Cuál es el clima de negocios que se puede respirar en Guinea Ecuatorial? ¿Qué probabilidades de éxito tiene un emprendedor en este país?

Ante todo, es importante resaltar que Guinea Ecuatorial es el país con mayor coste de emprendimiento en toda África, lo cual le vale al guineano un promedio de 738% de su salario neto.

La Ley de Impuestos de Guinea Ecuatorial recoge una tasa a pagar según el tipo de negocio, tamaño de empresa y sector al que pertenezca el negocio, y de allí que cada ministerio, en teoría, tiene una cuota que exigir a las pequeñas y medianas empresas. Pero, ¿las empresas en Guinea Ecuatorial pagan los impuestos en base a lo que establece la Ley de Impuestos?

El Ayuntamiento y Sanidad con las farmacias

Los primeros ahorcados son las farmacias, por la Municipalidad y el Ministerio de Sanidad que, entre los derechos de terrenos, así como la recogida de basura, entre otros impuestos como los cuadrantes de las farmacias de guardia, son unos de los departamentos a los que los emprendedores deben pagar impuestos. “Entre las autorizaciones de establecimiento y la recogida de basura, le pago al Ayuntamiento una cuota anual de unos ciento cincuenta mil francos”, declara Hugo, un ciudadano nigeriano, dueño de una farmacia.

A esos impuestos de la Municipalidad se le suman los mil francos que cada farmacia paga mensualmente a Sanidad. “Esos impuestos se destinan a servicios sociales como los niños abandonados en los hospitales, las donaciones de sangre, etc.”, declaró una vez un repartidor de cuadrantes a los farmacéuticos de Josefa Omúa. Sin embargo, en la ciudad de Malabo, no son pocos los casos de niños abandonados en orfanatos y los hospitales y tirados en los vertederos.

Si tenemos en cuenta el número aproximado de farmacias existentes en la ciudad de Malabo, que oscilan las 450, tenemos una cantidad aproximada de 67.500.000xfa anuales de impuestos al Ayuntamiento y de 5.400.000xfa a Sanidad, sólo por los cuadrantes, excluyendo los permisos de apertura de farmacias que exige ese Ministerio.

Hacienda y Comercio, con las farmacias, discotecas y bares

Los ministerios de Hacienda y Comercio son los sectores de los que más explotados se sienten los emprendedores, sobre todo los bares y discotecas, si bien son los negocios con mayor representatividad numérica en esta ciudad y, por tanto, los que más impuestos pagan.

Los bares, localizados en cada esquina de Malabo, apenas tienen claros los impuestos reales que deben pagar a cada departamento ministerial. “Tengo un bar y a Hacienda le pago cincuenta mil francos anuales”, nos cuenta Isabel; una cuota muy inferior a la que conoce Celia Obono, también dueña de un bar: “No sabría decir exactamente cuánto pago, pero ninguno de los ministerios me baja de los cien mil francos”.

Para las farmacias, la cuerda no está para nada floja: “Ni Hacienda ni Comercio tienen una cuota fija. Te encuentra cada uno de ellos, incluso teniendo toda la documentación, te preguntan si del papel viven”, nos cuenta entre ironías, Trini Obono, propietaria de una farmacia.

El Ministerio de Hacienda, con una estimación aproximada de 450 farmacias (en base al cuadrante de farmacias en guardia de Sanidad), cobra una cantidad aproximada de 45.000.000xfa en impuestos anuales, sólo en farmacias, excluyendo los bares y las discotecas, que ya se encuentran en cada esquina de la ciudad de Malabo y cuya cantidad exacta no existe en el registro del Ministerio de Cultura y Turismo.

El Ministerio de Comercio tampoco baja la guardia. En casos, por ejemplo, de las abacerías, los impuestos están cerca de los 100.000xfa, según cuenta José MBA: “En Comercio… más de 70.000xfa de impuestos anuales”, en una ciudad como Malabo, donde el número de abacerías no bajaría de dos mil. Eso lleva a una totalidad mínima de unos 200.000.000xfa anuales, sólo en abacerías, excluyendo las farmacias y otras PYMES.

Esos son unos impuestos millonarios que pagan los emprendedores de Guinea Ecuatorial, y sólo en la ciudad de Malabo. Sim embargo, la mayor indignación del mundo del emprendimiento es la falta de oportunidades para las PYMES, de parte de los poderes públicos, como bien señala Trini Obono: “con todos los impuestos que se paga en este país, nunca dejan unas mínimas oportunidades para las pequeñas iniciativas privadas”, situación que, según el Banco Mundial, ha llevado a Guinea Ecuatorial, en este 2022, al séptimo año consecutivo de crecimiento negativo.

Lo único que les queda a los emprenderos, sostiene José MBA, es “seguir trabajando duro para poder ahorrar”, un ahorro que, según piensan muchos, y sobre todo en el caso de los bares y restaurantes, se puede conseguir con los negocios como casa-bares o los restaurantes desde las terrazas de las casas, como lo sentencia Mariola: “yo tenía un restaurante en mi casa y nunca pagué impuestos”. Pero el llanto sigue, pues la soga sigue ahorcando.


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