Basta con mirar la “evolución” de Guinea Ecuatorial en el tiempo, para darse cuenta de que el bienestar de este país nunca ha sido prioridad para Macías ni Obiang, y no lo estará ni en la imaginación del niño con juguetes, a quien su padre planea heredar Guinea Ecuatorial.
Guinea Ecuatorial, al haberse
independizado de España contando con no más de tres licenciados, ha tenido como
gobernantes a gente que tiene un historial conocido sólo por ellos mismos, más
allá de la academia militar de Zaragoza, donde se formó Obiang, y donde tanto
se le nota haber aprendido sobre la opresión, por más que en el 1992, por
presión internacional, “cediera” a convivir con la oposición política, a que a
día de hoy es una banda más de su partido político.
Ha aniquilado la “oposición”
política y el activismo social.
Fuente: espacioseuropeos.com
Luego del reconocimiento del
pluralismo político en Guinea Ecuatorial, las elecciones de 1996 le dieron a
Obiang la lección de no ser suficientemente competitivo en el campo político,
al menos dentro de la transparencia, por lo que, había que recurrir a las
técnicas astutamente represivas aprendidas
en la academia, o sea, había que empezar a comprar a sus competidores. Y
quien se le resistiera, debía ser desterrado, como es el caso de Severo Moto,
por citar algún ejemplo. Claro, él es “ahora
el presidente”, como ya le amenazó una vez a su tío Macías, luego de
arrestarle, según recoge Cynthia Caden, en el informe Guinea Ecuatorial, el Auschwitz de África.
Y así, poco a poco, aquellos que
en algún momento fueron líderes políticos en este país han acabado siendo
miembros del gobierno, desde el que fuera Primer Ministro, Ricardo Mangue, pasando
por Alfonso Nsue Mokuy, nuestro encargado de los derechos humanos, hasta el
recién pescado como Secretario de Estado, Avelino Mokache. O sea, que, de los
trece partidos políticos oficialmente reconocidos en Guinea Ecuatorial, Obiang
no tiene quién le haga sombra en las urnas, porque, incluso en las mesas
electorales, los cuerpos de la seguridad tienen la potestad de echar a algún
observador electoral que no sea del PDGE, y así tiene Obiang garantizado un
boicot en el escrutinio.
De Igual manera, ha neutralizado
el activismo, sobre todo de los derechos humanos, tal es el caso de CEID, ONG
que en el 2016 ya redactó una propuesta al gobierno de reimplementación de la
asignatura de la Educación Cívico Social en el sistema educativo, y cuya
programación incluye los derechos humanos, pero que, a día de hoy, ha caído en
el cajón del olvido para el gobierno. Y de igual manera, muchas ONG´s de
derechos humanos han fracaso en sus intentos de legalizarse. El tema de los
derechos humanos es intocable en este país, y nunca aprobamos el Examen
Periódico Universal.
Más fuerza policial y menos
educación como vía de permanencia en el poder
Según un informe de Eg Justice
del 2017, en el año 2007 existían en toda Guinea Ecuatorial aproximadamente
unas 637 escuelas. Y diez años después, habían desparecido al menos 77 de
ellas. Y muchas de las escuelas públicas que existen en Guinea Ecuatorial son
herencia colonial, o al menos antiguas salas de armas de algún cuartel militar.
La Universidad Nacional de Guinea
Ecuatorial, en sus veintiséis años de existencia, sigue teniendo problemas como
un cuadro docente mayormente de licenciados o ingenieros universitarios porque,
como ya declaró el mismo Obiang en su visita a la UNGE, tras la huelga de
estudiantes del 2015, “la UNGE es un
proyecto personal mío”, de allí que los rectores de la universidad son
nombrados por él, y muchos intelectuales, como el Doctor Justo Bolekia,
Wenceslao Mansogo, entre otros, no han podido tener el puesto de profesores,
por ser, según alega el PDGE, unos opositores.
La educación no alcanza ni el
tres por ciento de fondos dentro del Presupuesto General de Estado Anual en
Guinea Ecuatorial; de allí que el salario mensual de una buena parte de los
profesores de la UNGE no alcanza los doscientos cincuenta mil francos. Ellos
deben impartir clases, y bien, mientras se buscan la vida. Obiang exige “calidad”
para su plan de convertir a Guinea en un país emergente.
Sin embargo, en el sector militar,
la situación es totalmente diferente. El actual secretario general del CPDS,
Andrés Esono, en una entrevista mantenida en África24, en el año 2016, pudo
demostrar que, en los últimos años, en Guinea Ecuatorial se han construido más
de ocho cuarteles militares, y todos ellos, bien equipados.
Los militares, respaldados por el
art. 16.2 de nuestra Constitución “el
servicio militar es obligatorio”, son casi el único sector con un salario
regular, además de ser exonerados de ciertos impuestos como la casa, la luz,
los peajes, etc. Ellos deben, a cualquier precio, sentirse a gusto, o serán los
primeros que conspiren contra el
vitalicio. De allí su impunidad total en sus violaciones a los ciudadanos.
Obiang, tras ascender al poder,
prometió sacar los juzgados en manos de las comisarías, para que los jueces pudieran
realizar con “independencia” su trabajo, pero ¿podría decirse que los policías
han dejado de hacer su papel de jueces en Guinea Ecuatorial? Por más que
nuestra Constitución nos reconozca el derecho
de habeas corpus de amparo, los guineanos no han dejado de ser
arbitrariamente detenidos, y en muchas ocasiones, por órdenes de miembros de
gobierno. Y esas detenciones, en muchas ocasiones, han acabado en liberaciones
camufladas de actos heroicos de Obiang, como la amnistía a presos políticos que ya decretó en el 2018, pese a haber
negado en las Naciones Unidas la existencia de presos políticos en su país.
Ni Doctorados ni lavar en
espacios públicos
Fuente: AhoraEg.com
Guinea Ecuatorial, en el 2007,
trazó su famoso plan “Horizonte 2020”, que obviamente ha fracasado, y ha sido
reprogramado para el 2035 y no contempla casi proyectos educativos. Obiang está
“desarrollando” Guinea Ecuatorial al margen de la educación y libertades
civiles, porque obviamente, cualquiera puede cargar una carretilla de arena
para levantar un edificio, como ya declaró el Primer Ministro en una reunión
con egresados universitarios “¿dónde vais
a trabajar en Guinea con un doctorado? Estudiad carreras que os puedan dar de
comer”.
Ese discurso, aparentemente
nuevo, tiene sus raíces en la colonización, donde los españoles entendían que
los guineanos, al ser negros, no tenían suficiente capacidad intelectual para
cursar carreras universitarias, por lo que, había que enseñarles oficios como
la carpintería, albañilería, electricidad, etc. y cualquier preuniversitario ya
era apto para ejercer la docencia. Por lo que, nuestros gobernantes, herederos
del franquismo, no encuentran relación alguna entre desarrollar un país y formar
a los ciudadanos, aunque sean, como dicen, los
guineanos del futuro.
Y es así como Guinea Ecuatorial
cuenta con miles de ciudadanos formados, pero en paro porque, como ya afirmó la
alcaldesa de Malabo, Coloma E. Mbengono “en
ningún país del mundo se puede dar empleo a todo el mundo”, y de allí su
decisión de prohibir el lavado de coches en espacios públicos a esos jóvenes
que intentaron ganarse un pan al margen de la delincuencia.
La repatriación es una “obra de caridad”
Fuente: cronicaglobal.com
Con Obiang como presidente,
Guinea Ecuatorial ha conocido una gran ola migratoria, con la cual ha dejado en
paro a sus paisanos, para priorizar la mano de obra extranjera, pues su
gobierno entendía que sólo ellos saben trabajar. Y muchos ministros de nuestro
país han dejado llegar a Guinea centenas de expatriados, y sin documentación
alguna, y posteriormente, abandonarles en las calles. Y aprendieron a buscarse
la vida como serenos, carpinteros, albañiles, etc. O sea, que Guinea Ecuatorial
siempre ha practicado una trata de personas clandestina, como lo recoge el
informe “Trafficking in Persons”, del departamento de estado de Estados Unidos,
en el 2017 “Guinea Ecuatorial no ha
logrado salir de la lista negra. Si por un lado es un país emisor de mujeres y
chicas víctimas de explotación sexual, por el otro es destino de personas
vulnerables de caer en las redes del trabajo forzado, sobre todo en los
sectores de la construcción”. Y no cesaba la priorización a la mano de obra
extranjera, pues ellos representaban una mano de obra barata, una razón
perfecta para desemplear a los guineanos formados.
Ahora, esos expatriados,
principales promotores de la actividad económica de nuestro país, son
perseguidos, incluso con documentación en regla, porque claro, como recoge el
artículo cinco de la Ley de Visados de Estancia en Guinea Ecuatorial, un visado expedido podrá ser anulado en
cualquier momento, y sin previo aviso; documento que ellos usan para
enmendar un error que llevan tiempo cometiendo, y cómo no, para usar como
escaparate en su próximo congreso, donde quieren legitimar a Nguema Obiang en
la presidencia.
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