7 de marzo

¿Acaso Dios no existe? Mientas muchos se encontraban en sus viviendas reposando del estrés, niños durmiendo del cansancio después de haber tenido su tiempo de ocio; algunos se encontraban en sus puestos de trabajo,  y... a los pocos segundos por las redes sociales circulaban imágenes de fuego.

Una buena parte de la cuidad de Bata se encontraba entre llamas. Una explosión. Y la pregunta del millón ¿Qué pasó? Nadie lo sabe. Se habían explotado cuatro misiles en el cuartel militar de Nkoa-Ntom ¿Era un ataque terrorista? Pues no ¿Un genocidio? Tampoco. Pero fueron explosiones, de polvorines, por cierto. La primera se cobró a varias vidas humanas y desalojó a miles de personas. Según dicen, fue una negligencia militar y que los misiles explotados, encontrados por la gente salieron despedidos por la explosión esa. Cogió por sorpresa a la gente y los que se encontraban en el interior de sus casas, un adiós a la vida. Luego el segundo y el tercero, al igual que el cuarto que arrastraron a los barrios vecinos.

Mucha gente intentó huir, pero era demasiado tarde,  jamás en mi vida había visto algo igual. Bueno salvo en las películas de terror, que tampoco es que haga mucha gracia. Pensé que me había vuelto sensible, pero no. Las imágenes vistas no eran para gente sensible. Ver chorear tanta sangre y vidas humanas donde la mayoría de las víctimas eran niños menores y adolescentes, me llenó el alma de lágrimas. Intenté contenerme, pero es obvios que hasta una roca puede romperse. Tuve sentir, y mucho.

Por un momento confundí mis tierras con Siria. Aunque, por lo visto, tampoco estuve muy lejos del acierto, que ése sólo era el comienzo de la guerra civil de Guinea Ecuatorial. y como toda buena guerra civil, alguien debe pagar, y siempre son los pobres, efectivamente ¿En verdad existe Dios? Porque a veces creo que no escucha las oraciones de los cristianos. Pensé que era por mí, por ser una  puta pecadora, una homosexual, que por eso no podía atender a mis oraciones, pero, ¿y ellos? Los niños que son considerados angelitos del mundo, ¿Qué tanto mal hicieron? O es que como "todo está escrito", escrito estaba.

Guinea ecuatorial, mi lindo y hermoso hogar pero, solo hay cientos de hombres que destruyen mi tierra, bueno, no podría decir que sean cientos sino uno. Y por fin, como ya en su día lo alguien, "la Tierra tiene demasiado para satisfacer las necesidades de todos, pero no lo suficiente para las ambiciones de algunos", hoy puedo estar segura de la aberrante ambición que nos inunda los corazones.

Tantas muertes tempranas, y muchas de ellas, causadas. Claro que somos el paraíso, tampoco podemos no cuestionar un mal, aunque alguien vaya a hacerse el sordo ¿ Que aquí la gente no muere de hambruna? ¿Y que no hay niños huérfanos en Guinea Ecuatorial y que no haya nadie capaz de indagar, o alguien que levante la voz y diga lo contrario? ¿Cómo  puede ser tan exorbitado el pantalón que no siente el dolor ajeno, que aun viendo derramar la sangre negra por los suelos no sea capaz de soltar? Corazones llenos de odio, envidia, sin sentimiento y egoísmo para todos terminar en la tumba.  Esa pobre gente ingenua que se levanta día a día a buscar su pan para mantener a sus hijos, oh Dios, ¿Qué está pasando?

Fueron más de 100  personas las que perdieron la vida en un día sin haber despedido de sus seres queridos. Y tengo mis dudas de las cifras oficialmente publicadas de los muertos, por no mencionar los heridos.

Encontramos el caso de un señor que en la tragedia perdió a su mujer y a sus cuatro hijos menores, niños que se han quedado huérfanos, padres que se han quedado sin sus hijos.¿ Por qué tiene que pasar eso a Guinea Ecuatorial? ¿No que creemos en el bien para no caernos en mal? 

Por: Juanita OBONO

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