El cuerpo de bomberos calificó de
“extraño” el incendio que destruyó la catedral de Malabo.
Varias fueron
las primeras hipótesis barajadas sobre las llamas que destruyeron la catedral
de Malabo. Lo que sí se sabía con certeza era que ese templo había sido cerrado
el 7 de enero por motivos de reformas, y que a la hora del incendio no se
encontraba nadie en el interior.
El
arzobispo de Malabo, Juan Nsue Edjang, en una rueda de prensa, no pudo
confirmar con exactitud las causas del incendio, pero dijo que “podría
ser por motivo de un cortocircuito, debido a las instalaciones eléctricas que
ya eran obsoletas”. Esas instalaciones eléctricas, según se supo del
mismo arzobispo, tenían ya más de veinte años de existencia, no habiendo vuelto
a ser revisadas.
Por
otro lado, los bomberos, a la hora de apagar el incendio, se quedaron
sorprendidos por el siniestro. “De lo que
nos extrañamos como bomberos es que en la torre de la entrada principal de la
iglesia había fuego y al mismo tiempo que en la segunda torre donde se
encuentra el altar”, declaró Evaristo Abaga Ondo, jefe del Cuerpo de
Bomberos.
La extrañeza de los bomberos no fue precisamente la
magnitud del fuego, porque, como lo explicó el mismo Evaristo Abaga ante el
periódico Ahora EG, "normalmente, el
fuego tiene que empezar por una dirección y dirigirse a la otra, pero que el
fuego empiece en dos puntos diferentes, es lo que nos extraña como
profesionales”. Unas desconcertantes direcciones del fuego que creen los
bomberos que necesitan ser investigadas.
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