UN HITO EN LA LITERATURA DE GUINEA ECUATORIAL
La Comunidad Literaria Omal, anexa al colectivo Locos Por Cultura, ha realiza el pasado diecinueve de octubre en la Casa de Cultura de Rebola un Recital de Poesía jamás visto en toda la historia de la Literatura escrita de Guinea Ecuatorial. El recital fue un lanzamiento al público, donde dejaban su yo personal y colectivo como poetas, narradores, ensayistas, etc.
Foto de: Aquiles Mensa
Veintinueve
textos bastaron a esos jóvenes escritores para alzar sus voces en un tiempo de
treinta y cinco minutos para dejar satisfecho y con ganas de más a ese público
que les escuchó con mucha atención. Los textos tuvieron un enfoque crítico
(reivindicación, cuestionamiento de realidades sociales, etc.) y romántico
(para la amenidad de la actividad).
Ese
recital de poesía, que tanto éxito y ha tenido, además de inspirar a muchos
jóvenes –como lo confirman muchos mensajes recibidos después de la actividad-
ha sido fruto de un tremendo esfuerzo derrochado por los miembros de esa
comunidad Omal durante tres largos meses de intensas reuniones de planificación
y ensayos. “Debéis pensar siempre de una
manera estratégica”, como muchas veces aconsejaba Cristian Eteo durante los
preparativos del recital. Los Omal no estaban dispuestos a volver a correr el
mismo riesgo que en muchas actividades anteriores ya corrieron y que dejó en
entredicho sus potencialidades. “Debemos
ser muy disciplinados con nosotros mismos”, solía decir la miembro Dolores;
una disciplina que les dio el coraje de asumir sus responsabilidades y tomarse
el trabajo con calma.
Foto de Lofdia
“No volvamos a cometer los errores del pasado”,
como siempre dicen ellos, expresión que, además, les sirve de estimulante para
organizarse como comunidad que son. Ellos siempre han creído ciegamente en la
posibilidad de realizar pequeñas actividades con los pocos recursos a
disposición y lograr contrariamente un impacto social, que da valor añadido a
sus actividades. Como reza la premisa del colectivo Locos Por Cultura “hacemos con lo que podamos y contamos con
los que están”; de esa manera, ellos no necesitaron grandes expertos de
orientación, no les hizo falta grandes financiaciones-que no las tienen- sino
sólo necesitaron tiempo y más tiempo para tener plena conciencia de sus
tropiezos y sacarles partida a sus propósitos.
Con
el aprendizaje y estrecho trabajo en equipo lograron hacer lo que nunca se
había visto en Guinea Ecuatorial. Nunca se había organizado un recital de
poesía netamente dicho en nuestro país, menos aún jóvenes, que siguen en el
silencio patriarcal sistemático y sistematizado y que muchos de ellos se han
autoimpuesto. Pues los Omal han dejado patente la verosimilitud de romper con
ese silencio y estereotipo de que en nuestra sociedad nada se pueda hacer con
escasos recursos, menos aún sin ayuda que venga de arriba o de los cielos. Su
optimismo les ha hecho soñar grande y volar alto. Ellos no se ponen el bling-bling, pero se proponen dejar ese
brillo que siembre esperanza en aprendices sin suelo ni consuelo y devuelva la
ilusión a aquellos apasionados, pero desesperados por no encontrar a nadie que
escatime ayuda alguna ni esté dispuesto a darles el empuje que necesitan para
seguir creciendo en su carrera artística.
Omal
nació con el propósito de influir en los jóvenes y descubrir talentos. Ellos se
descubren cada día a sí mismos, pues son autodidactas. Son conscientes del
largo camino que tienen por recorrer, pues apenas siguen en los albores, como
siempre dicen “cada meta alcanzada es un
nuevo reto que superar”. Cada día se enfrentan al reto de conservar su “yo” colectivo y sembrar una identidad
genuina con que se les pueda conocer.
Foto de Silvestre Nsue Nsue
Ellos,
tan ambiciosos e insistentes con su trabajo, no se conforman con haber
realizado un exitoso recital, pues como dice su miembro Teresa Casandra “el hombre está condenado a repetir siempre
la misma historia cuando se empeña en no aprender de ella”. El ego de las
buenas actividades podría desorientarles y desviar sus propósitos. Son
conscientes de esa realidad, que además ha desbordado a muchos jóvenes de su
sociedad y generación, incluso de su misma faceta artística.
Los
Omal, en tan poco tiempo que llevan de existencia como colectivo netamente
dicho, no sólo han realizado ese recital poético, sino también han realizado un
elenco de pequeñas actividades que les siguen acercando a sus objetivos, uno de
los cuales es el de descubrir jóvenes con potencial artístico-literario, como
es el caso de María Luisa Makoli Chochi, una joven de diecisiete años que en
una charla de motivación pudieron conocer los Omal, la cual tienen ahora la
responsabilidad de seguir ayudando a crecer en su carrera literaria. Los Omal
siempre pretenden ponerle valor añadido a sus diferentes actividades, un
impacto con que puedan medir el alcance y valor de su trabajo. Podrían presumir
de haberlo conseguido siempre, siempre hemos levantado curiosidad en nuestro
público, pura señal de seguir manteniendo nuestro tren en su carril.
NCHUCHUMA MBASOGO
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